lunes, 14 de abril de 2025

Ya veis, hijos, que vuestra manera de vivir en esta Tierra no siempre es buena, y si, desde lo Alto, se os dice que cambiéis es sólo por vuestro propio bien

Mensaje de la Inmaculada Madre María a Angélica en Vicenza, Italia, el 11 de abril de 2025

Queridos hijos, la Inmaculada Madre María, Madre de todos los Pueblos, Madre de Dios, Madre de la Iglesia, Reina de los Ángeles, Rescatadora de los Pecadores y Madre Misericordiosa de todos los hijos de la tierra, mirad, hijos, también hoy Ella viene a vosotros para amaros y bendeciros.

П: Hijos, ¿habéis reflexionado? ¿Habéis comprendido lo que os rodea?

No, ¡aún no lo habéis hecho! Aún estáis ahí colgados y, sin embargo, sabéis lo que hay, pero no queréis estar seguros, ¡porque tenéis miedo de cambiar algo en vuestro modo de vida!

Ya veis, hijos, vuestra forma de vivir en esta tierra no siempre es buena, y si, desde arriba, se os dice que cambiéis es sólo por vuestro bien, pero seguís sin querer entenderlo, lo aplazáis, siempre lo aplazáis y, mientras tanto, ¡permitís que Satanás abunde con su acoso! Sin embargo, sois hijos de Dios, sabéis bien cuánto sufre Dios Padre porque Satanás os acosa y sufre aún más porque vosotros lo permitís. Un Padre no quiere que sus hijos sean acosados, porque los hijos acosados se vuelven imprevisibles, incluso pueden llegar a renegar de su madre y de su padre, y al miraros se nota el acoso sobre vosotros; sois todos bastante bruscos, no tenéis formas educadas de dirigiros los unos a los otros, camináis y tenéis miedo de que alguna hermana o hermano se os acerque.

¿Por qué temer eso cuando sois una familia?

Repito: «Los Niños Acosados No Tienen Modales Agraciados, Son Bruscos Y Hieren Profundamente En El Alma A Un Hermano O Hermana ¡Y Por Esto Responderás, Responderás Delante Del Padre Por Qué No Has Hecho Nada Para Evitar Tanto Acoso! Nunca Es Demasiado Tarde, Vamos, ¡Involúcrate!»

Alabad al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

Hijos, la Madre María os ha visto a todos y os ha amado a todos desde lo más profundo de Su Corazón.

Os bendice.

¡Rezad, Rezad, Rezad!

Nuestra Señora Estaba Vestida De Blanco Con Un Manto Celestial, En Su Cabeza Llevaba La Corona De Doce Estrellas, Y Bajo Sus Pies Estaba El Crepúsculo.

Origen: ➥ www.MadonnaDellaRoccia.com